El miércoles 21 de septiembre se realizo en el CIDAC la presentación de la experiencia de Agustín Barúa Caffarena y su equipo de trabajo sobre salud comunitaria junto a la gente de los barrios marginalizados de Asunción. Se trata de una experiencia de 7 años de trabajo colectivo que se ubica al mismo tiempo desde lo estatal y lo no estatal. Por una parte, producto del cambio en la administración del Poder Ejecutivo del Paraguay ocurrido en agosto de 2008 que posibilitó el ingreso de gestores y administradores provenientes de distintos espacios sociales y políticos, diferentes a los que provienen de los partidos tradicionales: “así se fue construyendo, de a poco, una nueva relación del Estado con la gente, distinta a la impuesta por el partido colorado”. La apuesta pasa por crear una nueva conciencia política, nuevos hábitos de servicios desde el Estado que se puedan convertirse en un derecho capaz de ser reclamado en un contexto distinto al actual, trabajando junto con los agentes sanitarios de la Atención Primaria de la Salud (APS) del Ministerio de Salud Pública.
Por otro lado, las transformaciones operadas en el Paraguay en los últimos 30 años generaron nuevas poblaciones marginalizadas en los alrededores de las ciudades y, con ello, nuevas formas de relacionamiento, de expresión, de actividad política y por ende, presentaron nuevos problemas a la investigación científica local. Se propone, entonces, desde el punto de vista metodológico, actuar en lo que se presenta como una fisura en “el sistema”, allí donde cotidianamente aparece la pequeña política, donde el tiempo para el cambio de la gente es mucho más largo que los tiempos de la política electoral y junto a los miembros de esa población: “en nuestro trabajo ha de haber por lo menos la historia de 150 trabajadoras comunitarias”.
Desplegando un proceso de reflexión constante, la tarea de crear teoría desde el territorio resulta una apuesta transdisciplinaria donde la estructuración disciplinar cierra mas de lo que abre. La investigación participativa a partir de la construcción con la población va generando la necesidad de sistematizar esas experiencias para su socialización en ámbitos similares en pos de nutrir y nutrirse de cada experiencia local.
Por otro lado, las transformaciones operadas en el Paraguay en los últimos 30 años generaron nuevas poblaciones marginalizadas en los alrededores de las ciudades y, con ello, nuevas formas de relacionamiento, de expresión, de actividad política y por ende, presentaron nuevos problemas a la investigación científica local. Se propone, entonces, desde el punto de vista metodológico, actuar en lo que se presenta como una fisura en “el sistema”, allí donde cotidianamente aparece la pequeña política, donde el tiempo para el cambio de la gente es mucho más largo que los tiempos de la política electoral y junto a los miembros de esa población: “en nuestro trabajo ha de haber por lo menos la historia de 150 trabajadoras comunitarias”.
Desplegando un proceso de reflexión constante, la tarea de crear teoría desde el territorio resulta una apuesta transdisciplinaria donde la estructuración disciplinar cierra mas de lo que abre. La investigación participativa a partir de la construcción con la población va generando la necesidad de sistematizar esas experiencias para su socialización en ámbitos similares en pos de nutrir y nutrirse de cada experiencia local.