El decano de Filosofía y Letras, Hugo Trinchero, buscará en su nuevo mandato poner en funcionamiento un nuevo régimen de concursos para docentes, profundizar las tareas de extensión y reunir en la sede central los institutos de investigación.
Por Julián Bruschtein
Las facultades de la UBA comienzan en 2010 un nuevo período de gestiones académicas. Tras las elecciones, los decanos y los funcionarios presentan sus propuestas y programas a desarrollar en los próximos cuatro años. En el caso de Filosofía y Letras, Hugo Trinchero, decano reelecto, adelantó a Página/12: “Vamos a poner en funcionamiento un nuevo reglamento de concursos para los auxiliares de la facultad”. También prevé concentrar los centros de investigación en la sede central de Filo, en Puan al 400, y construir allí mayor cantidad de aulas. Además –señaló– buscará “profundizar los programas de extensión universitaria”.
Trinchero es antropólogo y ya cumplió un mandato como vicedecano, durante la gestión de Félix Schuster, entre 2002 y 2006, y otro más como máxima autoridad, entre 2006 y 2010. Entre los puntos que quiere llevar adelante en su renovado mandato se encuentra “agilizar los concursos de profesores y auxiliares, pero sobre todo el de los auxiliares está en primer término. Para eso modificamos el reglamento, porque el que estaba en vigencia era muy restrictivo”, explicó. Salvo algunas excepciones, como Ciencias Exactas, en las facultades de la UBA no hay tradición de abrir concursos para los cargos auxiliares. El nuevo reglamento –dijo el decano– fue “discutido y debatido durante más de dos años y medio” hasta que se llegó a un punto de acuerdo y se pondrá en práctica por primera vez este año.
El fortalecimiento del área de extensión se encuentra en el segundo lugar en el orden de prioridades. “El trabajo que se está realizando con el Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (Cidac) en la zona sur de la ciudad es una de las propuestas de extensión que se van a profundizar este año”, contó Trinchero. El Cidac es un proyecto en el que “se busca la integración de la docencia con la investigación y con el trabajo comunitario”, explicó, aludiendo al trabajo del que también participan docentes, estudiantes y graduados de las carreras de Educación, Antropología, además de otras de diversas facultades, como Trabajo Social y Derecho. La sede del Cidac, en un predio de la ex Estación Buenos Aires, en Pompeya, se encuentra en la etapa final de acondicionamiento, pero las actividades interdisciplinarias comenzaron a desarrollarse desde su aprobación en el consejo directivo, en 2008.
Otro proyecto apunta a reunir los centros de investigación –hoy muchos funcionan en la sede de 25 de Mayo al 200– en el edificio principal de Filo. “Estamos haciendo aulas en la facultad y tenemos el proyecto de construir unidades de investigación para reunir a todos los centros en las instalaciones de Puan. Así se pueden liberar aulas y concentrar el trabajo de investigación que se realiza en las demás sedes. Para eso ya están terminados los pliegos de licitación”, señaló el decano.
Después de las elecciones, el mapa político interno de la facultad dejó al espacio oficialista, una coalición de centroizquierda, con ocho consejeros: las mayorías de profesores (5) y de graduados (3). La minoría de profesores se vincula con sectores radicales e independientes –el bloque de mayoría en la universidad–, mientras que entre los estudiantes la totalidad del claustro está en manos del frente La Juntada –independientes de izquierda–. “Como sea, uno siempre intenta generar el mayor consenso posible”, dijo Trinchero, que nuevamente será acompañado, desde el vicedecanato, por Ana María Zubieta.
Por Julián Bruschtein
Las facultades de la UBA comienzan en 2010 un nuevo período de gestiones académicas. Tras las elecciones, los decanos y los funcionarios presentan sus propuestas y programas a desarrollar en los próximos cuatro años. En el caso de Filosofía y Letras, Hugo Trinchero, decano reelecto, adelantó a Página/12: “Vamos a poner en funcionamiento un nuevo reglamento de concursos para los auxiliares de la facultad”. También prevé concentrar los centros de investigación en la sede central de Filo, en Puan al 400, y construir allí mayor cantidad de aulas. Además –señaló– buscará “profundizar los programas de extensión universitaria”.
Trinchero es antropólogo y ya cumplió un mandato como vicedecano, durante la gestión de Félix Schuster, entre 2002 y 2006, y otro más como máxima autoridad, entre 2006 y 2010. Entre los puntos que quiere llevar adelante en su renovado mandato se encuentra “agilizar los concursos de profesores y auxiliares, pero sobre todo el de los auxiliares está en primer término. Para eso modificamos el reglamento, porque el que estaba en vigencia era muy restrictivo”, explicó. Salvo algunas excepciones, como Ciencias Exactas, en las facultades de la UBA no hay tradición de abrir concursos para los cargos auxiliares. El nuevo reglamento –dijo el decano– fue “discutido y debatido durante más de dos años y medio” hasta que se llegó a un punto de acuerdo y se pondrá en práctica por primera vez este año.
El fortalecimiento del área de extensión se encuentra en el segundo lugar en el orden de prioridades. “El trabajo que se está realizando con el Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (Cidac) en la zona sur de la ciudad es una de las propuestas de extensión que se van a profundizar este año”, contó Trinchero. El Cidac es un proyecto en el que “se busca la integración de la docencia con la investigación y con el trabajo comunitario”, explicó, aludiendo al trabajo del que también participan docentes, estudiantes y graduados de las carreras de Educación, Antropología, además de otras de diversas facultades, como Trabajo Social y Derecho. La sede del Cidac, en un predio de la ex Estación Buenos Aires, en Pompeya, se encuentra en la etapa final de acondicionamiento, pero las actividades interdisciplinarias comenzaron a desarrollarse desde su aprobación en el consejo directivo, en 2008.
Otro proyecto apunta a reunir los centros de investigación –hoy muchos funcionan en la sede de 25 de Mayo al 200– en el edificio principal de Filo. “Estamos haciendo aulas en la facultad y tenemos el proyecto de construir unidades de investigación para reunir a todos los centros en las instalaciones de Puan. Así se pueden liberar aulas y concentrar el trabajo de investigación que se realiza en las demás sedes. Para eso ya están terminados los pliegos de licitación”, señaló el decano.
Después de las elecciones, el mapa político interno de la facultad dejó al espacio oficialista, una coalición de centroizquierda, con ocho consejeros: las mayorías de profesores (5) y de graduados (3). La minoría de profesores se vincula con sectores radicales e independientes –el bloque de mayoría en la universidad–, mientras que entre los estudiantes la totalidad del claustro está en manos del frente La Juntada –independientes de izquierda–. “Como sea, uno siempre intenta generar el mayor consenso posible”, dijo Trinchero, que nuevamente será acompañado, desde el vicedecanato, por Ana María Zubieta.